miércoles, 12 de octubre de 2016

Imágenes y recuerdos de Cacabelos (CCXXXIX)

La casa del corredor de la izquierda es hoy el hotel Villa de Cacabelos


KIKO, EL “CURIOSO”
 Por Antonio Esteban González
Esta curiosa foto en la que aparece Kiko, el “Curioso”, cuando aún no era el “Curioso”,  viene a recordarnos  que Francisco López, o sea Kiko, antes de dedicarse al noble arte de la fotografía, fue vendedor de carbón.
De todas formas, este recopilador de historias, por curiosidad, ha consultado en varios Diccionarios el significado del adjetivo “curioso”  y se ha encontrado con esto: “Curioso: limpio. Que trata las cosas con particular cuidado” (Diccionario de Julio Casares);”Curioso: que desea saber y averiguar cosas ajenas que llaman la atención por su rareza” (Diccionario del Estudiante);”Curioso: el que trata alguna cosa con diligencia” (Nuevo Diccionario de la Lengua española de Vicente Salvá. Madrid 1857).
Y, aclarado el significado, digamos que el apelativo “Curioso” fue heredado por Kiko, de su padre, Francisco, un hombre tranquilo y bonachón al que nada inmutaba. Tanto es así que los amigos, a veces, lo acuciaban para que hiciese con rapidez sus obligaciones. Y, un buen día, con tranquilidad, Francisco labró un terreno meticulosamente; trazó los riegos casi con tiralíneas y plantó en él. Los vecinos, al pasar al lado de aquella finca, comentaban: “Mira que curiosa ha dejado Francisco la tierra. Las plantas están perfectamente alineadas y los riegos, derechitos, pero ¿qué coño de plantas tan raras serán las que puso ahí?”.
Eran pimientos. Francisco plantó la cabeza y dejó las raíces al aire, muy cuidadosamente o, por mejor decir, muy curiosamente y, desde aquel momento, las gentes vinieron en llamarle El “Curioso”.
En la foto de Cipriano, Kiko, hijo de Francisco, en su vehículo de pedales, reparte carbón, oficio, también de su padre. (Años después, estuvo tres años en Madrid estudiando fotografía y obtuvo el carné de fotógrafo profesional que le permitía publicar fotos en los periódicos, cosa que muchos ignoran e, incluso, hizo varias exposiciones en Cacabelos).
La foto está tomada en la Carretera general. A la derecha, la casa de Victorino, el sastre y, a la izquierda, el corredor en donde se levanta hoy el HOTEL “VILLA DE CACABELOS”.
Una foto curiosa de un tiempo  -para los que lo vemos hoy, desde lejos-  muy curioso que, afortunadamente, no volverá.


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